Colegio de Navarre

Sin embargo, hubo que esperar hasta finales del siglo XVI para ver los edificios construidos, como lo demuestran, en la esquina de la calle Armand-Cambon y la calle Léon-de-Melville, las piedras incrustadas con las fechas de 1597 y 1598. Mientras tanto, desde hace casi 20 años, las clases se daban en el número 9 de la calle, en casa del pastor Michel Bérauld. Centro de cultura protestante, que atraía a estudiantes de toda Europa, esta institución también se abrió a los católicos cuando, en 1629, la ciudad rebelde de los hugonotes firmó su rendición al cardenal Richelieu. Posteriormente, el colegio pasó a manos de los jesuitas, aunque las dos comunidades religiosas convivieron hasta 1659, cuando la academia protestante fue exiliada a Puylaurens, tras un nuevo enfrentamiento entre estudiantes protestantes y católicos. Los jesuitas permanecieron en el edificio hasta 1676, luego se trasladaron a la mansión privada de Michel de Colomb que acababan de adquirir (el actual Antiguo Colegio). El colegio de Navarra, por su parte, fue comprado por Jean de Galabert d'Aumont, escudero del rey, quien lo convirtió en su residencia privada. La traza original del colegio de Navarra es poco conocida debido a las sucesivas transformaciones a lo largo de los siglos. Hoy en día queda un gran patio principal bordeado por una notable galería de madera, sostenida por una columnata. Enfrente, las huellas de las aberturas visibles en la pared parecen atestiguar que originalmente el colegio se extendía sobre una parte del actual hotel Lefranc-de-Pompignan.

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