Nègrepelisse

Asentada en una colina, Nègrepelisse no es el nombre original de la ciudad. Llamada Sieurac, luego La Mothe St Pierre, Nègrepelisse debe su nombre actual, según se dice, al bosque de Tulmonenque y, más concretamente, a los leñadores que fabricaban carbón vegetal y que iban vestidos con un abrigo ennegrecido por el polvo.
La antigua dominación señorial dotó a la ciudad de una larga y tumultuosa historia. Era un bosque cuyos habitantes vivían de la complementariedad entre el bosque y las zonas agrícolas.

El castillo, antaño al borde del gran bosque de Tulmont, "Nègre-pelisse" debe su extraño nombre a sus numerosos fabricantes o comerciantes de carbón vegetal. En la explanada que domina el Aveyron, se pueden ver los cimientos del castillo medieval, remodelado en el siglo XVIII. En 1773, el pintor Fragonard hizo un dibujo de este edificio, conservando así un rastro del edificio original, que fue demolido hacia 1850. Hoy en día, la explanada y los cimientos del castillo permiten a los visitantes pasear por las sombreadas orillas del Aveyron.

Nègrepelisse está situada en la llanura agrícola y aluvial del Aveyron. Este paisaje plano y rectilíneo ofrece líneas horizontales en el valle y verticales en el corazón de la ciudad. Esta antigua bastida se encuentra a 17 kilómetros de Montauban, y esta proximidad la convierte en un lugar acogedor para la activa población que emigra diariamente. La ciudad está en el cruce de importantes carreteras que unen grandes ciudades, y a igual distancia del Atlántico y del Mediterráneo, del Macizo Central y de los Pirineos, y cerca de Toulouse, Nègrepelisse es un lugar favorable para el desarrollo del turismo verde. El crecimiento de la población es el primer indicio del suave estilo de vida que reina aquí. Las actividades de ocio y los eventos culturales dan ritmo a la vida de los nègrepelissiens.

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